Con la labor de los voluntarios se logró atender a 464 personas durante las dos fechas de concierto y labores de montaje y desmontaje del escenario.

El tan esperado concierto de Shakira en Barranquilla, atrajo a miles de turistas y locales, quienes desde horas previas al inicio del evento, y sin importar el “inclemente sol” que hacía alrededor del estadio Metropolitano, hicieron largas filas para esperar el ingreso.
Desde las primeras horas del día los voluntarios hicieron presencia para brindar apoyo y atención al personal de logística que se encontraba trabajando en la organización del escenario, así como a los asistentes al evento conforme iban ingresando. A medida que el flujo de las personas aumentaba, las atenciones en el Módulo de Estabilización y Categorización (MEC) también.
Nos ofrecieron una atención super buena, la gente fue amable y humana.
Ana García, paciente atendida durante el concierto.
Entre las dificultades de salud más comunes estaban raspaduras, pues se caían constantemente por correr durante el ingreso; otros pacientes presentaron deshidratación e insolación, debido al bajo consumo de agua y alimentos durante el día.
Asimismo, se atendieron casos de salud mental como ataques de pánico y ansiedad, provocados por la aglomeración.
A pesar de que el evento aún no comenzaba, nuestros médicos, voluntarios y trabajadores se mantuvieron alertas y dispuestos ante cualquier situación o incidente que se pudiera presentar para prestar la ayuda necesaria.


Madre e hijo dispuestos a servir
Carlos Eduardo Estrella Navarro solo tenía dos días de haberse consagrado como voluntario en la Agrupación Socorrismo cuando le asignaron su primer servicio dentro de la Seccional Atlántico: el concierto de Shakira.
“Siempre me ha apasionado servir y ayudar a los demás, por eso fue un honor participar en este evento histórico y tan importante para la ciudad. Tenía nervios, por ser mi primera vez en servicio, pero el grupo con el que estuve siempre me apoyó e indicó para que todo saliera de la mejor manera”, indicó.
Este evento fue doblemente especial porque Carlos tuvo la oportunidad de compartir un nuevo espacio al servicio de la comunidad con su mamá, la voluntaria socorrista, Lorena Navarro, quien aseguró sentirse “orgullosa” de ser testigo de su “nobleza y compromiso con la comunidad” en un escenario así.
“Fue una experiencia única, genial y bonita, de la cual me siento muy orgullosa como mamá, al ver a mi hijo portando el uniforme que nos identifica a nivel mundial, es algo realmente emocionante y de otro nivel.
Navarro señaló, además, que estar en la Cruz Roja “ha sido una experiencia muy linda, por medio de la cual he crecido personal y profesionalmente, además de tener la satisfacción de realizar una labor humanitaria, por ello, incentivo a todos los jóvenes, a qué como mi hijo, se sumen a esta hermosa institución”.
Durante las dos fechas de la cantautora barranquillera se contó con el apoyo de 180 voluntarios, colaboradores y personal de la salud en las labores de atención realizadas a en diferentes puntos del estadio Metropolitano y en el MEC.

POR MARÍA JOSÉ BORRERO ARIZA
FOTOS. SHARON HERRERA DIAZ